Hay muchas buenas prácticas para limpiar pisos correctamente, pero lo más importante es saber qué tipo de superficie tienes. Con base en ello, podrás aplicar mejor lo que se requiere no sólo para que luzcan bien sino para evitar suciedad y bacterias. Porcelanato, existen porcelanatos pulidos, sin pulir y con textura. El porcelanato pulido es un piso muy delicado, ya que una limpieza inadecuada puede restarle brillo. Para este tipo de porcelanato te recomendamos el método de lavado. Evita utilizar escoba para quitar el exceso de polvo, puedes dañarlo. Cerámica, retira el polvo con una escoba o una aspiradora. Para este tipo de piso también recomendamos el método de lavado. No utilices ningún elemento abrasivo, ya que pueden rayar la cerámica. Granito, para este tipo de piso es recomendable el lavado y brillado. Pulir regularmente los pisos de granito también es una excelente manera de mantenerlos con el mejor aspecto. Mármol, este piso es delicado y necesita cuidados de limpieza especiales. Retira el polvo con paño suave humedecido en agua tibia, seca con otro paño. El método de limpieza ideal para el mármol es el Cristalizado.
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